Rebranding ventas

Rebranding: ¿puede ayudarme a vender más?

Todos tenemos en nuestra memoria a un nutrido grupo de marcas que reconocemos de una manera clara y directa, ya sea porque somos consumidores de dicho producto o servicio, porque su publicidad la hace única o bien porque ha sabido establecerse en nuestro día a día debido a su capacidad de “estar en todas partes”. Permítanme que aquí piense en marcas como Coca Cola, Apple o Mercadona, todas muy diferentes entre sí pero de las que es imposible negar el reconocimiento que tienen como marcas consolidadas en nuestra sociedad. En cambio, otras marcas tienen serios problemas para hacerse un hueco en su sector de ventas, por lo que, en ocasiones, se ven obligadas a realizar un rediseño completo de su estrategia de marketing, incluyendo el cambio más radical que puede haber: renombrar el producto, marca o servicio.

Este cambio en el nombre, conocido como rebranding, requiere de un análisis previo muy necesario para, en primer lugar, establecer la necesidad de llevar a cabo dicho cambio, que conlleva unos riesgos asociados a la pérdida de un nombre comercial. Pero, como bien sabemos los que nos dedicamos al apasionante mundo de las ventas, donde hay un riesgo hay una oportunidad, ya que son muchas las marcas que han optado por el rebranding como forma de aumentar los beneficios comerciales.

Una de las principales razones de las marcas que optan por el rebranding es intentar destacar sobre una competencia que, muy posiblemente, le haya superado en reconocimiento de marca y, por tanto, el rebranding se plantea como una forma de superar esta situación complicada para la marca en cuestión.

Otra de las razones para optar por el rebranding es comenzar un proceso de internacionalización, de tal forma que habitualmente marcas con nombres muy nacionales buscar otras nomenclaturas más reconocibles en cualquier parte del mundo, optando en la mayor parte de estos casos por algún concepto en inglés, el idioma más comercial (y hablado) que existe sobre la faz de la tierra.

En definitiva, el rebranding es una buena alternativa para empresas que, necesitadas de vender más, buscan un nuevo posicionamiento en su sector de ventas. Porque quién no arriesga, no gana.