¿Quieres vender? No hables nunca de estos temas

¿Quieres vender? No hables nunca de estos temas

Los nervios, la improvisación o, simplemente, el silencio incómodo, pueden hacerte cometer muchos errores a la hora de abordar una reunión comercial.

Si en un artículo anterior hablamos de la importancia del lenguaje no verbal para vender, en esta ocasión, desde EDVE, Escuela de Ventas, nos vamos a centrar en tu discurso, en lo que dices. O mejor dicho, en lo que no debes decir.

Se dice en muchas ocasiones que las personas valemos más por lo que callamos que por lo que decimos. Y puede ser así si tocamos determinados temas que pueden ser incómodos o conflictivos para nuestro cliente. Recuerda, tu cliente no es tu colega y no estás en la barra de un bar, estás vendiendo.

Evita los temas clásicos que no se deben hablar ni en una reunión familiar: Política, religión y fútbol. Por muy evidente que parezca la corrupción de tal o cual partido, tu creencia religiosa o tu opinión sobre Messi, puede que estés ante una persona que piensa todo lo contrario sobre ese tema. No la metas la pata con lo más básico.

Temas de mal gusto: El sueldo que ganamos, desgracias propias o ajenas, criticar el aspecto físico de una persona o hablar de sexo denota inmadurez y poca sensibilidad. Sé elegante en tus palabras y en tus temas de conversación.

Hablar mal de la competencia: Es casi tan de mal gusto como los anteriores. Si el único recurso que tienes es criticar a tu competencia, vas muy mal. Y muy relacionado con ello, tampoco hables de otros clientes. No saques pecho de que le vendes a Mc Donalds porque a nadie le gusta que vayan exponiéndole así.

Qué duro es este trabajo: ¿En serio? Enfocar la vida a que tu trabajo está mal pagado, que tu jefe es un quemasangres y que te explotan no te va a ayudar a conseguir vender. ¿Acaso compras algo por pena? Lo compras por necesidad, porque alguien es capaz de generar esa necesidad. Eres un apasionado de las ventas y de ese maravilloso producto así que olvida un enfoque diferente. Si estás quemado, abandona el barco.

Identificar cuáles son las cualidades de tu producto y generar esa necesidad debe ser tu frente más importante. ¡Ah, se nos olvidaba! Hablar del tiempo no va a hacerte perder un cliente, pero no dediques una hora a explicar que está lloviendo 🙂