Proactividad comercial: ¿Cómo ser mejor vendedor?

Trabajar en el sector de las ventas requiere de una serie de habilidades sociales y profesionales que te permitan obtener los objetivos comerciales marcados en tu puesto de trabajo. Ya seas emprendedor, autónomo, empleado o empleador, una de las cualidades que tendrás que poner en práctica en tu día a día laboral es la proactividad comercial.

Una persona proactiva es aquella que “toma el control y decide qué hacer en cadamomento, anticipándose a los acontecimiento”, según afirma la definición de la Real Academia Española. Aplicado al mundo de las ventas, la proactividad comercial define
una serie de actitudes y aptitudes que te ayudan a lograr unos determinados resultados comerciales.

La proactividad comercial es un concepto tan amplio como cada uno de nosotros seamos capaces de aplicarnos una serie de directrices continuas en nuestro puesto de trabajo enfocadas a un único objetivo: aumentar las ventas. En este artículo queremos señalarte algunas de las herramientas que dispones para aumentar tu proactividad comercial y, en definitiva, ser un mejor vendedor.

1. Anticípate a las necesidades comerciales de tus clientes, tanto los actuales como los potenciales. Ir por delante de ellos te permitirá liderar el discurso narrativo e influir de manera directa y según tus intereses en dichas exigencias comerciales.

2. Proactividad comercial no significa llevar siempre la razón. En las relaciones laborales hay momentos para el liderazgo y otros para la escucha activa de tus compañeros de trabajo. No confundas proactividad comercial con “mandar a toda costa”.

3.- Analiza las relaciones comerciales de tu entorno profesional como un todo sobre el que puedes actuar de una determinada manera para lograr un objetivo específico. En ocasiones, alejarte para tomar perspectiva de la situación te permitirá contar con datos para analizar mejor cómo van las ventas.

4. Organiza tus actividades comerciales en función de objetivo previamente fijado. De esta forma, todos tus esfuerzos buscarán un único propósito y podrás realizar un seguimiento de la actividad comercial realizada.

5. La flexibilidad es necesaria para aplicar una correcta proactividad comercial. Durante el proceso de ventas, pueden cambiar tanto las necesidades de tu clientes como tus propias necesidades de ventas. Siempre debes estar abierto al cambio de rumbo comercial.

6. Mantén una actitud positiva durante todo el proceso de venta. No ganarás nada por maldecir tu mala suerte. ¡Búscala! No te quedes quieto en un rincón de tu oficina y busca un camino para lograr tus objetivos comerciales.

7. La proactividad comercial se define por la capacidad para lograr unos determinados objetivos comerciales. En la última fase de este proceso, debes pararte y hacerte la siguiente pregunta: “¿He logrado los objetivos comerciales?” Responder a esta sencilla
pregunta de manera honesta te permitirá analizar qué hemos hecho bien, si finalmente hemos logrado los objetivos, o establecer en qué puntos hemos fallado si hemos fracasado, definiendo un nuevo camino proactivo para lograr tus propósitos comerciales.

8. Y, por último, pero no por ello menos importante, recuerda siempre esta frase: “¡No te rindas nunca!”.