Innovación: “Alimenta tus ventas”

El mundo de las ventas está necesitado de mentes dispuestas a innovar dentro de sus sectores profesionales. Y esta innovación puede analizarse desde diversos puntos de vista, y uno de los más importantes y es el relativo a la Propiedad Intelectual de dicha innovación.

En este sentido, una de las métricas más fiables es el Índice Mundial de Innovación, un instrumento cuantitativo minucioso que, bien utilizado en determinados sectores profesionales, ayuda a los responsables de Estrategia Corporativa y Vengas a tomar las mejores decisiones para estimular la actividad innovadora dentro de una empresa que esté interesado en el impulso del desarrollo económico y humano.

El Índice Mundial de Innovación, publicado anualmente por Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) clasifica a 126 economías en función de 80 indicadores, desde los índices de presentación de solicitudes de derechos de propiedad intelectual hasta la creación de aplicaciones móviles, el gasto en educación y las publicaciones científicas y técnicas.

En 2018, el lema de este Índice Mundial de Innovación es “La innovación es energía”, y se centra en la necesidad de ampliar la labor innovadora en las tecnologías ecológicas inocuas para el clima en un contexto de creciente demanda energética en todo el mundo, según afirma la OMPI en un comunicado. Las previsiones indican que en 2040 el mundo requerirá hasta un 30% más de energía de la que se necesita actualmente, y que las estrategias convencionales para aumentar el suministro de energía son insostenibles ante el cambio climático.

En definitiva, la innovación es una de las mejores formas de alimentar tus ventas. ¿A qué esperas?

 

Superar los obstáculos a la innovación

La cadena de valor agroalimentaria es compleja, tiene múltiples niveles y cuenta con la participación de muchos actores diferentes. La innovación está presente en toda la cadena de valor, pero está principalmente relacionada con la mejora de los procesos y los servicios. El fortalecimiento de los vínculos en cada etapa de la cadena de valor es de vital importancia para aumentar la productividad y la eficiencia. Normalmente, cuenta con una mezcla de innovación tecnológica y no tecnológica. Las innovaciones organizativas, como el aprendizaje permanente y la digitalización de la venta al por menor y la logística, pueden ser tan importantes como un nuevo producto o proceso.

Sin embargo, los agricultores y productores de muchas economías de ingresos bajos y medios se enfrentan a una gran cantidad de problemas que les impiden mejorar su productividad. Entre ellos, cabe destacar la falta de liquidez, insumos agrícolas de baja calidad, la falta de información y conocimiento sobre las tecnologías disponibles, y la inadecuación o falta de infraestructura posterior a la cosecha y de distribución.

La rápida aparición de enfoques innovadores para la producción agroalimentaria se ve con frecuencia coartada por la falta de formación e información. Los agricultores y otros operadores agrarios solo considerarán la posibilidad de adoptar un nuevo enfoque si ven sus posibles beneficios y se lo pueden permitir económicamente. Por consiguiente, los esfuerzos de extensión agrícola deben demostrar la viabilidad de una nueva tecnología e impartir la formación necesaria.