¿Cómo puedo saber si mi producto tendrá acogida? El estudio de mercado

Llega el momento. El lanzamiento de un nuevo producto al mercado es inminente, tiene todo lo necesario para triunfar y el equipo comercial seleccionado es de primera. ¿Es esto todo lo que necesito para tener éxito en las ventas? No, es necesario hacer un estudio de mercado.

Desafortunadamente, hay más factores que influyen en el mundo comercial, además de los ya mencionados. Bien si estamos empezando a colocar un producto, bien si llevamos ya un tiempo con él en la calle, es necesario medir la temperatura y hacer un baremo de cómo están las cosas concernientes a al producto en cuestión y sobre en qué estado se encuentra la competencia.

EL ESTUDIO DE MERCADO

Por si no estaba claro aún, y como ya se mencionaba con anterioridad, un estudio de mercado es un análisis que realiza una empresa sobre la situación del mercado con la intención de obtener información relativa a varios aspectos fundamentales a la hora de emprender una estrategia de ventas:

  • Conocer la viabilidad de algún producto o servicio nuevo.
  • Conocer la situación del mercado de cara a realizar un plan de marketing o comercial.

Así las cosas, saber cómo está evolucionando mercado al que va a pertenecer nuestro producto y las aguas en las que nada la competencia nos permitirá:

  • Poder adaptarnos más rápido a los cambios.
  • No perder cuota de mercado.
  • Saber qué está haciendo nuestra competencia y cómo podemos usar esa información en nuestro beneficio.
  • Detectar posibles oportunidades de negocio.

En definitiva, un estudio de mercado nos da un norte y no permite saber dónde estamos y hacia dónde tenemos que ir para tener  éxito o mejorar nuestra situación actual.

FACTORES A TENER EN CUENTA

Es cierto que hay empresas que se dedican de manera profesional a llevar a cabo estudios de mercado, pero si vamos a hacerlo nosotros mismos, sea por los motivos que sean, normalmente los costes, hay una serie de factores que hay que tener en cuenta que nos permitirán ahorrar dinero.

-Hacer un listado exhaustivo de todos los clientes objetivos (grupos de personas, empresas o segmentos) que pueden estar interesados en tu producto.

A este paso es importante dedicarle tiempo y sobre todo imaginación. No conviene filtrar demasiado en este inicio. Intenta pensar de forma creativa y sin trabas, ya tendremos tiempo de descartar segmentos luego.

Tienes que intentar ofrecer tus mismos productos o servicios a un mercado nuevo u ofreciendo una alternativa a un problema distinto para tu actual mercado, es decir, distinguir tu producto dentro del mismo mercado.

-Ver las tendencias de mercado para esos productos en otros países

Para esto, especialmente para el comercio online, Google Trends es una herramienta muy útil. Se trata de un servicio gratuito de Google  que proporciona los datos del número de veces que aparece una palabra clave tanto en su buscador como en noticias, a lo largo del tiempo y por países. Sus usos más comunes son:

  • Elegir qué países son más interesantes para cada producto, de forma que, cuando elijas tus segmentos también puedas elegir en qué países debes centrarte para empezar.
  • El ciclo de vida del producto, es decir, si es un mercado en crecimiento, estancado o a la baja. Esta información cambia muchísimo las estrategias.
  • Qué palabras clave dan más resultados. Como en todos los productos Google, tendrás que ir probando diferentes términos, lo cual te servirá para ir montando tu lista de palabras clave para SEO.

-Detectar a tu competencia

Una vez que ya sepamos cuáles pueden ser nuestros mercados objetivos y qué productos interesan más, pasaremos a estudiar a nuestra competencia, para lo cual, en primer lugar hay que saber quiénes son.

Un competidor es aquella persona que ofrece servicios iguales o sustitutivos a los que tú ofreces. A los que más hay que vigilar es a los competidores directos, pero nunca hay que perder de vista a los competidores indirectos, ya que nos pueden servir para conocer mejor el mercado o realizar alianzas estratégicas.

Una forma fácil y rápida para conocer a nuestra competencia es meter nuestra lista de palabras clave en Google y ver quiénes aparecen tanto en el posicionamiento orgánico (SEO), como en Google Adwords (SEM).

Hay otras maneras de obtener este tipo de información sin tener que realizar búsquedas, como crear una alerta de Google con las palabras clave que nos interesen, o suscribirnos a alguna plataforma suministradora de noticias.

-Estudio de la competencia

Sería muy fácil navegar las páginas de las empresas de la competencia y por sus redes sociales y escudriñar en los comentarios vertidos sobre, pero eso ofrece pocas pistas sobre el éxito real. Hay que ir más allá:

  • Suscríbete a todos los blog de tu competencia para poder monitorear su actividad en el tiempo.
  • Investígalos con Alexa, una herramienta que aporta información extremadamente valiosa, tal como la popularidad; el compromiso de sus lectores o visitas: datos demográficos (si sus lectores son hombres o mujeres, edad, nivel de estudios…); visitas por países, palabras clave que usa la gente para llegar a ellos; qué otros sitios han visitado antes del suyo, lo que te sirve para conocer posibles competidores; número de links a su página, que te ayudará a crear tu estrategia de linkbuilding.
  • Obtener sus datos financieros de páginas como

-Encuestas y entrevistas a tu público objetivo

No puedes olvidarte de los tuyos, su opinión es la más valiosa y generarás confianza. Es conveniente al menos una vez al año preguntar a tus clientes sobre:

  • Satisfacción con tu producto o servicio.
  • Otros problemas relacionados que puedan tener y que tú puedas solucionar.
  • Qué otro tipo de productos o servicios necesitarán.
  • Qué otras características le gustaría que tuviera tu producto o servicio.

Después de reunir toda esta información, tienes los datos suficientes para comenzar a sacar conclusiones sobre el mercado en el que vive tu producto. Para ello, además, es muy útil usar una matriz DAFO.