Actitud comercial

Actitud: clave del éxito

¿Qué valoráis más? ¿Tener más conocimientos sobre uno u otro tema? ¿Ser más hábil que el resto? ¿Tener más facilidad a la hora de hacer esta u otra tarea? O, quizás, ¿la actitud que pongáis a la hora de aplicar ese conocimiento y esas habilidades?

Seguramente, una persona con una conducta más positiva, más abierta, más amable, más alegre, más agradable, más humana, más correcta….acabará obteniendo más y mejores resultados que el que solo quiere poner en práctica sus habilidades y sus conocimientos.

Todo esto lo podemos aplicar a cualquier momento de nuestra vida, y a nuestro sector también. Porque una disposición positiva…¡es el verdadero motor para la venta!

Cuando penséis que os encontráis en los morros con un punto negro, intentad darle la vuelta. Porque hay salida. Porque la actitud por intentar superar cualquiera de esos puntos negros, es la que realmente convence y ayuda. Cuanta más energía positiva tengamos, y aquí lo uno a la actitud, más nos acercaremos a nuestro cliente en cuestión. Ante una posible respuesta negativa suya, tenemos que llegar a encontrar una oportunidad para él, para su empresa, para su futuro.

El cliente puede estar agobiado por “x” situación que pueda estar atravesando, que puede tener o no que ver con su situación laboral. Ahí, nosotros, los vendedores, no podemos ponernos a su altura. Podemos comprender y empatizar, llegar incluso a ponernos en su lugar, pero nunca caer en el mismo desánimo: porque nuestro objetivo es, con nuestra venta, ayudarle a mejorar su producto. Tenemos que ganarnos su confianza, mostrándole el ángulo optimista de la negociación para que llegue a disfrutar y creer en el proceso.

Una de las cosas más importantes a la hora de afrontar una venta, es creer en ella. Creer de verdad que lo que queremos vender, que nuestro producto es bueno y que, va a ayudar a mejorar de forma considerable el día a día de nuestros clientes. Tenemos que creer ciegamente en nuestro producto, en sus beneficios, en nuestra marca, en nuestro trabajo. Sólo así podremos llegar más fácil a nuestro cliente final. Y para esto, hacen falta ganas, energía, entusiasmo, por mucha pereza con la que nos levantemos los lunes.

¡Pasión por mejorar! Porque vamos a mejorar lo que nuestros clientes necesitan.

Son palabras, pero creo firmemente en ellas. Porque con esta pasión con la que os hablo ahora, he conseguido muchas cosas en mi vida personal. Traslado esa pasión, esa energía, esa actitud positiva a mi vida laboral. La experiencia me dice, que sólo así los resultados son mucho mejores. ¡Intentemos seguir aplicándolo en nuestro día a día!

Y no lo olvidéis, ¡una actitud positiva es el verdadero motor para la venta!

Amaia Estala EMBAJADORA

Amaia Estala

#EmbajadoraEDVE