Objetivos de ventas: un factor en continua evolución
Toda persona que, de una u otra forma, trabaja en el apasionante sector de las ventas, tiene muy clara la importancia de un factor sobre el que pivotan la mayor parte de las estrategias y tareas diarias asociadas a nuestro trabajo: los objetivos de ventas, un factor en continua evolución que debemos utilizar a nuestro favor dentro de la estrategia global de venta de un determinado producto, marca o servicio.
Acabamos de comenzar una de las etapas del año que, dentro de muchos sectores de venta, suponen el mayor porcentaje de ventas. Si, por ejemplo, pensamos, en un vendedor de una empresa de alquiler de automóviles, ya se estará preparando para recibir a un gran número de compradores en rentar durante unos días uno de sus productos, ya que durante las próximas Navidades el número de desplazamientos en vehículo privado aumentan respecto a cualquier otra época del año, lo que implica un aumento en el alquier de vehículos para estas fechas navideñas.
En el caso contrario, si obviamos el momento temporal asociado al aumento o descenso de las ventas, estaremos dando los pasos (comerciales) para entrar en un proceso de frustración (comercial) por no cumplir los objetivos de ventas.
Por todo ello, la mejor fórmula para lograr los objetivos de ventas es entender esta variable como un factor en continua evolución que debe ser analizado en función del sector profesional en el que desarrollemos nuestra actividad comercial y del momento temporal del año en el que estemos implementando nuestra estrategia de ventas.
Por tanto, el objetivo de venta es un factor fundamental para tejer una correcta estrategia comercial, que debe tener muy en cuenta la época del año para acertar con el establecimiento de dichos objetivos lo más realistas posible, sin perder nunca de vista la ambición de, siempre, sumar más clientes.
