“¡Vamos a emprender!”: el camino hacia el éxito

La llegada de las nuevas tecnologías a todos los ámbitos de nuestra vida, tanto la personal como la profesional, ha modificado un gran número de hábitos y situaciones cotidianas en nuestro día a día. Hace unos días, saltaba a los medios de comunicación una información muy llamativa que señalaba la dificultad de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) para darle salida a la última edición de ejemplares del diccionario más importante en lengua española. En la noticia, señalaba que la caída en las ventas de la tradicional versión en papel contrasta con el aumento en las consultas de la edición digital, que suponen ya el grueso de los usuarios de esta herramienta fundamental para el lenguaje.

Esta reflexión viene a cuento de una búsqueda realizada de un concepto tan utilizado en los últimos años que es necesario pararse a reflexionar sobre su significado. Hablamos del verbo emprender, definido por la RAE como el acto de “acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro”.

Un primer análisis de la propia definición de la RAE encierra una puntualización muy necesaria para entender a la perfección su significado. Nos referimos a la relación directa entre el acto de emprender y la “dificultad o peligro” de mismo hecho en sí.

En este artículo, queremos señalarte uno de los errores más habituales a la hora de emprender que pueden provocar que tu idea de negocio no logre el éxito buscado. En primer lugar, hay una barrera mental que debes echar abajo antes de comenzar cualquier idea de emprendimiento: “No puedes tener miedo a la derrota”. Todos conocemos a alguien que, a pesar de su brillantez y sus ideas geniales, tiene un enorme pavor al fracaso, lo que le lleva a un estado de inmovilidad, de aceptación de lo cotidiano y de renuncia a sus ideas y sueños de emprendimiento.

Esta es la actitud de la que un buen emprendedor debe huir, hasta situarse en el extremo opuesto, donde el fracaso se concibe como una oportunidad para aprender y continuar el camino hasta el éxito. Sin este punto claro desde el principio, una idea de negocio, por muy buena que sea, podrá encallar en cualquier momento y será muy complicado salir de esta situación que bloquea a miles de emprendedores que tienen una buena idea pero que quedan paralizados al primer problema que se encuentran en el camino.

En definitiva, lucha por tu idea de negocio y recuerda que emprender es un arduo camino.

¡Disfrútalo!